La
Arquitectura Naval como una de las Bellas Artes
Las Bellas Artes se definen como las formas
de arte que se desarrollan principalmente por el uso de la estética, la
idealización de la belleza y el buen uso de la técnica.
Es la Arquitectura una de ellas, y debería
ser la Arquitectura Naval otra, por cuanto, pretende construir embarcaciones
que perduren en el tiempo, cumplan una función y consigan la admiración y el
placer estético de aquel que las contempla.
Que otra cosa puede pensarse al ver al velero
Hispania que una vez fue de Alfonso XII y fue construido en 1909.
Pero, los barcos no forman parte únicamente
del universo físico, no, tienen también un componente espiritual.
Decía el filósofo y pensador francés M.
Foucault que:
“El barco ha sido para nuestra civilización
Desde el siglo XVI hasta nuestros días,
al mismo tiempo el más grande instrumento
de desarrollo económico
y la más grande fuente de imaginación.
El buque, es la heterotopía* por excelencia.
En las civilizaciones sin barcos, los sueños
se agotan, el espionaje reemplaza a la
aventura
y la policía a los corsarios”
Foucault, uno de los autores más citados en
el ámbito de las Humanidades había desarrollado él mismo el término heterotopía, que es un concepto de
geografía humana que pretende describir lugares y espacios que no están en
ningún lugar, sino que son a la vez físicos y mentales, como puede ser una
llamada de teléfono o el momento en que nos miramos en el espejo.
Para Le Corbusier, los Transatlánticos “esas
cosas maravillosas” le producían admiración, “las construcciones, las máquinas
se establecen con las proporciones, los juegos de volúmenes y materiales son
tales que muchos de ellos son verdaderas obras de arte”
Este blog hablará, sin embargo,
principalmente de temas menos elevados y más profanos, ya que la continua
evolución del mundo y las sociedades las lleva a ser cada vez más complejas en
lo técnico y reglamentadas en lo administrativo.
En este blog, y con especial
objetivo en el temario de las pruebas de acceso al Cuerpo de Ingenieros Navales
del Ministerio de Fomento, intentaré aportar un poco de luz al complicado
entorno regulatorio, tanto desde el punto de vista de requerimientos técnicos
como legales con el que se encuentra una industria sujeta a regulación a nivel
global, a través de la OMI perteneciente a la ONU, a nivel Europeo, a través de
diferentes Directivas y Reglamentos y a nivel nacional mediante la Normativa
propia desarrollada por la Dirección General de la Marina Mercante.
Y todo ello
enmarcado en un continuo desarrollo tecnológico que se ve reflejado en la
normativa técnica desarrollada y adoptada tanto por la citada OMI, como por las
diferentes Sociedades de Clasificación.
Es un reto complicado, pero
bonito…y espero estar a la altura.
Ángel Sánchez Sanjuán