Me permito a mí mismo empezar con lo obvio, no soy economista ni
parecido, pero esto es únicamente un ejercicio de tormenta de ideas…y de
ventear un poco lo que se me ocurre.
El indicador adelantado del
consumo eléctrico
Hace no muchos años, cuando las estadísticas chinas se consideraban
altamente manipuladas, el indicador más utilizado para una aproximación del
crecimiento era el del consumo eléctrico. Se trata de un indicador a mi juicio
muy interesante ya que se compone, como la economía, del agregado de multitud de
sucesos y decisiones individuales que en conjunto muestran una tendencia clara.
Al final la tendencia del consumo eléctrico no deja de ser la suma de
multitud de pequeños gesto: el bar que pone 1 vez menos al día el lavavajillas
porque pone menos cafés, la familia que apaga la luz por la noche para ver la
televisión porque todos sus miembros están en paro o la pequeña industria que
antes funcionaba a pleno rendimiento y hoy ha tenido que cerrar por la bajada
del negocio y el incremento de la competencia, incluye también la economía
sumergida, porque incluso el que utiliza una taladradora haciendo una chapuza
no declarada, también consume electricidad.
Si acudimos a FUNCAS y a sus cien indicadores económicos publicados el
08/11/2019 podremos ver la evolución del consumo de energía eléctrica a lo
largo del año 2018 y 2019.
Como se puede ver, la evolución es realmente mala, con una media de
crecimiento del 1,6% entre 2000-17 (incluyendo la grave crisis), que sería
bastante mayor si la restringiéramos al periodo 2012-2017.
Si acudimos a la fuente de los datos REE, vemos la evolución y como se
van a cumulando los datos malos.
En el acumulado del año, como vemos en FUNCAS, el descenso
acumulado es del 2,9 %. Por mucho que haya querido mejorar la eficiencia energética de
nuestra economía, está claro que esta dato refleja que el PIB se tiene que
estar ralentizando, cuando no directamente descendiendo.
Propuestas para enfrentarnos a
lo que se avecina
Cuando al final se materialice la recesión en los datos
macroeconómicos, el comportamiento de los agentes económicos será el mismo que
en anteriores crisis, con un aumento de la economía sumergida para escapar de
los costes sociales y fiscales (con la consecuente competencia desleal asociada
con respecto a los que siguen cumpliendo con las normas).
¿Qué podemos hacer para evitar este movimiento?, bajar impuestos, pero
claro, esto tendría un efecto inmediato en la recaudación en el peor de los
momentos posibles. ¿Cómo se podría cuadrar el círculo de aumentar la
recaudación a la vez que se disminuye la fiscalidad?, pues como suele siendo
habitual en las propuestas de todo signo, incidiendo sobre el fraude.
La economía sumergida representa en España, de forma aproximada y
según diferentes estudios de Gestha, etc. un 20% del PIB, que se convertiría
alrededor de un 25% en entornos recesivos. En el fondo, nos da igual que sea un
25% o un 15%, son recursos que escapan al control de Hacienda y que al final, se
aprovechan de los impuestos de todos sin contribuir con su parte como
verdaderos patriotas.
Hasta aquí nada nuevo bajo el sol….y es aquí donde comienza mi
propuesta, ¿Qué deberíamos hacer?, mirar hacia Asia.
El crecimiento de China e India han dejado de ser una promesa para ser
una total realidad y es ahora África la que comienza a emerger y es hacia los
grandes países hacia donde deberemos dirigir la mirada.
La digitalización de la economía y la desmonetización emprendida por
el Gobierno Indio han atenuado los niveles de la economía sumergida en el país
(no creo que aquí hiciera falta llegar a la desmonetización llevada en India, pero si es importante la idea subyacente) según la Oficina Económica y
Comercial de España en Mumbai. Es India el país con más implantación de Google Pay.
En China, actualmente, es complicado para un extranjero moverse, ya
que casi nadie acepta ya el pago en efectivo, como podemos leer en este
artículo de la CNBC “Payments just got alot easier in China, where no one wanted to accept my cash”.
Por tanto, cual es la propuesta, digitalizar la economía, pero sobre todo, los
pagos.
No se trata de una propuesta rompedora o a muchos años vista, se trata
simplemente de adelantarnos un par de años al desembarco de Alipay o WeChat Pay
en nuestro país, que se producirá, sí o sí, el día que el Gobierno Chino así lo
decida.
Por dónde empezar
Una vez que tenemos claro, que queremos hacer, veamos cómo podemos
hacerlo, se nos generan varias dudas:
·
¿Cuál es el incentivo de empezar a utilizar
dichas herramientas?
·
¿Quién las desarrollaría?
·
¿Por dónde empezaríamos?
Es aquí donde entra en juego la España vaciada. En principio no parece
el lugar propicio para la digitalización de nada, debido al porcentaje de
personas mayores, poca población, dispersión, y relativamente poco peso
recaudatorio.
Pero es exactamente ahí, donde reside el secreto, en que todos esos
defectos son en realidad virtudes.
Nos encontramos en un proceso claro de desbancarización del medio
rural, con cada vez menos oficinas y con una corriente de opinión que busca que
el Estado subvencione dichas oficinas. Este proceso puede detenerse y darse la
vuelta si nos centramos en la banca digital y nos olvidamos de las oficinas
físicas (desarrollo de esta banca digital “rural” con apoyo económico del
Estado).
La reducida población y su dispersión generan un campo de pruebas
perfecto para este tipo de nuevas iniciativas, encontrándose con el hándicap de
la falta de una infraestructura de telecomunicaciones adecuada. Esta es vieja
promesa a la España vaciada, una mejora de la conexión a internet y dicha
infraestructura (es quizás el momento de desarrollar un ente de
infraestructuras de telecomunicaciones a imagen y semejanza de Enagas o REE,
que cuente con aportaciones de los operadores, pero con una poyo importante del
Estado en el desarrollo de la infraestructura de base).
El citado bajo peso recaudatorio de dichas zonas, fundado
tradicionalmente en su baja población y el estar centrado en el sector
primario, es en realidad engañoso y los datos de Hacienda demuestran que las
rentas en dichas zonas son superiores, normalmente a la media estatal.
Normalmente se trata de zonas olvidadas para todos, incluida la Hacienda
Pública. En dichas zonas, debido a la confianza y a que todo el mundo se
conoce, el porcentaje de transacciones de toda índole opacas a la Hacienda
Pública es sin duda importante.
Por todo lo anterior, se trataría de un enfoque con multitud de
elementos beneficiosos.
Propuesta
La propuesta se resumiría en el desarrollo de una aplicación/medio de
pago disponible de forma gratuita y realizada en colaboración con todas las
entidades bancarias, a imagen y semejanza del modelo chino (AliPay o WeChat Pay) y de su operativa.
Esta aplicación, cuyos costes de desarrollo y despliegue pueden ser
soportados por la banca propiedad del Estado (léase Bankia) debe funcionar de
manera adecuada y con los mayores estándares (evitar una aplicación tipo Renfe
y desarrollar algo acorde a una empresa privada de primer nivel). De esta
forma se apoyaría decididamente a la Banca española frente a los inminentes
desafíos a los que se enfrenta por parte de Google, Amazon, la propia AliExpress,
etc.
La aplicación Bizum, ya desarrollada por la banca, sería el elemento perfecto para incluir la funcionalida de pago en todo tipo de comercios (a expensas del peaje que esto se tomaría en las comisiones de la banca por el pago con tarjeta).
La aplicación Bizum, ya desarrollada por la banca, sería el elemento perfecto para incluir la funcionalida de pago en todo tipo de comercios (a expensas del peaje que esto se tomaría en las comisiones de la banca por el pago con tarjeta).
El despliegue de dicha aplicación comenzaría y tendría su eje
principal en sus primeros pasos en la España vaciada, una vez se haya
desarrollado una infraestructura de telecomunicaciones adecuada que provea a
todos los españoles de los mismos derechos desde el punto de vista de acceso a
internet. En aquellas zonas en las que este desarrollo no se vea sustentando
por un beneficio real para las compañías, será llevado a cabo por el citado
ente de infraestructuras de telecomunicación público, porque en este momento,
tan importante es que a tu casa llegue el fluido eléctrico y el gas, como que
dispongas de una conexión a internet. Este enfoque tendrá beneficios claros
para las operadoras en cuanto les permitirá ofrecer servicios de valor añadido
en zonas donde no podían hacerlo a un coste mucho menor que el de desarrollar
sus propias infraestructuras.Estas actuaciones podían ser financiadas a través de programas europeos de desarrollo rural o similares.
Esta mejora de la comunicación, permitiría a otros sectores económicos
importantes de nuestro país, como las eléctricas, el desarrollo de redes de
suministro inteligentes mediante la aplicación del IoT.
Desventajas
Como todo en esta vida, esto tendría su lado negativo.
Las personas mayores, que no sean capaces de adaptarse al cambio
quedarán a la intemperie sin poder realizar las tareas habituales.
Existe en España en este momento una empresa, con implantación territorial total y a la que ya se le paga por prestar un servicio básico, el postal. Aprovechemos la implantación de Correos para poder repartir efectivo y el resto de transacciones habituales a aquellas personas que no puedan seguir el ritmo de la tecnología. Nadie pretende que los
carteros porten miles de euros encima un día sí y otro también, pero podrían
orquestarse fórmulas de reparto basadas en los recursos ya disponibles para que
se pudiera repartir el dinero de forma efectiva y segura.
El coste de estas medidas para el erario público sería amplio. Sin
embargo, se trata de promesas o medidas en buena parte ya comprometidas
(infraestructuras de telecomunicaciones), que representarían un aumento de la
eficiencia general de la economía, y una especie de “Plan Marshall” para
nuestras zonas rurales, ya que todas estas infraestructuras y planes
redundarían beneficiosamente en la economía de las diferentes zonas, actuando
como un polo de atracción para nueva población.
Ventajas
En buena lógica, estas deberían sobrepasar a las desventajas.
Incremento de la
recaudación: El incremento de la recaudación y el conseguir que el uso
de la aplicación se imponga van de la mano.
Debería desarrollarse un plan de incentivos fiscales y rebajas de
impuestos (principalmente IVA) para aquellos que utilicen las nuevas
herramientas de pago. Si acudimos al TFM sobre la economía sumergida de Shaida
Abella Carrasco, de ICADE, vemos como no estamos inventando la pólvora, sino
que se trataría de medidas incentivadoras preventivas, mediante incentivos fiscales y uso de herramientas tecnológicas que además
simplificarán el cumplimiento, ya que toda la información estará recogida en
transacciones electrónicas.
Estos incentivos se centrarían en las zonas rurales, por ejemplo a más
de 25 km de las capitales de provincia, o similar, regresivo en cuanto a la
cantidad y el tipo de IVA aplicado (es decir, si compras una barra de pan en un
pueblo a 100 km de la capital de provincia el IVA reducido se convierte en 0),
pero si compras un coche a 35 km de la capital de provincia con la aplicación,
el descuento del IVA puede ser del 0,5% o menor). De esta forma se reduce en lo
posible el efecto de que las personas acudan a las zonas rurales únicamente a
comprar, etc.
Estos incentivos tienen un efecto recaudatori, por supuesto, entonces, ¿de dónde
viene el incremento de recaudación?, pues del mismo sitio que la bonificación
de la cuota de autónomos a 50€, de la entrada en la economía formal de multitud
de transacciones que de otra manera hubieran resultado opacas, no pagando nada
por ellas y dejando de tributar su correspondiente IRPF. [Nota: Esta parte
contendrá seguramente grandes inexactitudes, ya que no soy, ni de cerca un
experto en fiscalidad, pero estoy seguro que quién lo sea y vea útil la idea
encontraría formas de ajustarlo a la realidad]
Este incremento puede ser utilizado en la financiación de los
distintos planes ya comentados o en el desarrollo rural.
Si la idea funciona y se demuestra útil, su uso puede ser extendido al
resto del territorio, teniendo en cuenta claro, que la bonificación en el IVA
no puede ser la misma para una barra de pan comprada en la Gran Vía de Madrid que
la comprada en un pequeño pueblo de la Raya entre Salamanca y Portugal.
Este tipo de herramientas tienen también un gran potencial de
recaudación en sectores donde tradicionalmente el fraude es mayor como la
hostelería y el turismo, de forma que contribuiría a reducir la economía
sumergida.
Todos los datos recabados por Hacienda, además, permitirían que la
tributación sea más justa para todos los españoles.
Apoyo a la banca española:
En un entorno de tipos como el actual, los bancos españoles se encuentran sin
armas para luchar contra gigantes tecnológicos que puedan entrar en su mercado.
La competencia como bien nos dirían los banqueros, es siempre positiva, pero en este caso, tendría graves efectos sobre la independencia financiera del país, ya que si la mayor parte de los flujos económicos dejan de pasar por entidades cuyos centros de decisión estén en España, buena parte de nuestra soberanía económica se vería en juego. No se trata de proteccionismo, y desde luego el objetivo nunca podría ser reducir la competencia, se trataría de que, a través del apoyo público, el terreno de juego pudiera equilibrarse algo, ya que en estos momentos se inclina totalmente hacia las grandes tecnológicas. [Sin ir más lejos, el 13/11/2019 Google avanzó que a lo largo de 2020 lanzaría cuentas corrientes en EEUU de la mano de Citigroup].
Además, esta iniciativa le abriría las puertas a nuestra banca a una
clientela potencial de 50 M de personas, que son las que nos visitan como
turistas cada año, si se estableciera un sistema fácil y cómodo para que los
visitantes utilizaran la aplicación para pagar aquí.
Apoyo a los campeones
nacionales en telecomunicación: La aparición en próximas fechas de
operadores satelitales como Starlink de Space X (que lanzó el día 11/11/2019 60
satélites y pretende ofrecer el servicio en EEUU en 2020) o el proyecto similar
patrocinado por Virgin o Amazon, generan un problema similar al anterior en
cuanto a nuestra soberanía de comunicación.
Si dejamos nuestras zonas rurales abandonadas y sin servicio, ese
campo será ocupado por quienes provean comunicación barata y eficiente y serán
estos nuevos operadores los que se beneficien de ello.
La aparición de Starlink es sin duda beneficiosa para los nuevos modos
de transporte de mercancías y personas (coches autónomos, buques autoremotos, etc.) a establecer en el futuro en zonas que sólo pueden ser
suministradas por satélite, pero no deberíamos de permitir que fueran el
elemento definidor de nuestra infraestructura de comunicación para IoT o
transporte en los albores de la conducción autónoma.
Los videos de autopilotaje de Tesla son impresionantes, imaginémonos
los mismos sistemas con apoyo continuo de una conexión de alta velocidad a
internet y comunicación con el resto de vehículos que circulen en sus
inmediaciones.
Desarrollo de las zonas
rurales y fijación de población: Como ya se ha dicho, estas inversiones
sin duda, fortalecerán el desarrollo económico del campo y permitirán fijar o
aumentar población, permitiendo además que en las zonas rurales se sitúen negocios y
empresas de un mayor valor añadido, con unos menores costes, aumentando la
eficiencia general de la economía.
Reducción importante de las
operaciones de efectivo: Reconozcámoslo, mover efectivo es caro e
ineficiente. Si no lo hubiéramos utilizado toda la vida y fuera una idea nueva
nos daría hasta repelús (algo que va pasando de mano en mano sin que nadie lo
lave y que Dios sabe dónde habrá estado). Lo utilizamos simplemente porque
durante mucho tiempo fue la única opción disponible.
Para ilustrar (y si, reduciendo un poco al absurdo) la ineficacia del
efectivo, pensemos en Juan y Pepa que viven en Peñateesnuques de Abajo, a 50 km
de la capital de su provincia.
Pepa tiene un pequeño bar/ultramarinos en el pueblo y Juan es un
parroquiano habitual que acostumbra a pasar las tardes en el establecimiento
degustando un poco de mosto de cebada.
Para pagar religiosamente su consumición cada tarde, Juan acude al
pueblo con sucursal bancaria más cercano, Peñateesnuques de Arriba, a 12 km de
su casa, donde 1 vez al mes saca 1000 € para sus gastos.
Pepa, una vez a la semana, por temor a robos, acude a la misma
sucursal, a ingresar el cash flow de su establecimiento.
La sucursal de Peñateesnuques de Arriba, tiene una conducción semanal
que lleva o trae efectivo, en función de las necesidades, desde la capital de
provincia a la citada sucursal.
Por lo tanto, un billete de 50 € de los que utiliza Juan para pagar a
Pepa realiza el siguiente recorrido (únicamente desde la capital, desconocemos
como llegará hasta allí):
·
Capital - Peñateesnuques de Arriba: 50 km en un
furgón blindado protegido por 2 personas y conducido por 1
·
Peñateesnuques de Arriba - Peñateesnuques de
Abajo: 12 km, en el coche de Juan que aunque es viejo consume poco.
·
Peñateesnuques de Abajo - Peñateesnuques de
Abajo: De la mano de Juan a la mano de Pepa
·
Peñateesnuques de Abajo - Peñateesnuques de
Arriba: 12 km, en el coche de Pepa, porque entre ambos pueblo no hay transporte
público.
·
Peñateesnuques de Arriba – Capital: 50 km en un
furgón blindado protegido por 2 personas y conducido por 1.
Es decir, que el dinero viaja 124 km, lo que representa unas 2 horas
en total por las carreteras desvencijadas de la zona y en su movimiento
participan 5 personas…¿de verdad no hay una manera más fácil?.