sábado, 16 de noviembre de 2019

Indicadores adelantados y posibles soluciones para la España vaciada


Me permito a mí mismo empezar con lo obvio, no soy economista ni parecido, pero esto es únicamente un ejercicio de tormenta de ideas…y de ventear un poco lo que se me ocurre.

El indicador adelantado del consumo eléctrico
Hace no muchos años, cuando las estadísticas chinas se consideraban altamente manipuladas, el indicador más utilizado para una aproximación del crecimiento era el del consumo eléctrico. Se trata de un indicador a mi juicio muy interesante ya que se compone, como la economía, del agregado de multitud de sucesos y decisiones individuales que en conjunto muestran una tendencia clara.

Al final la tendencia del consumo eléctrico no deja de ser la suma de multitud de pequeños gesto: el bar que pone 1 vez menos al día el lavavajillas porque pone menos cafés, la familia que apaga la luz por la noche para ver la televisión porque todos sus miembros están en paro o la pequeña industria que antes funcionaba a pleno rendimiento y hoy ha tenido que cerrar por la bajada del negocio y el incremento de la competencia, incluye también la economía sumergida, porque incluso el que utiliza una taladradora haciendo una chapuza no declarada, también consume electricidad.

Si acudimos a FUNCAS y a sus cien indicadores económicos publicados el 08/11/2019 podremos ver la evolución del consumo de energía eléctrica a lo largo del año 2018 y 2019.

 



Como se puede ver, la evolución es realmente mala, con una media de crecimiento del 1,6% entre 2000-17 (incluyendo la grave crisis), que sería bastante mayor si la restringiéramos al periodo 2012-2017.

Si acudimos a la fuente de los datos REE, vemos la evolución y como se van a cumulando los datos malos.








En el acumulado del año, como vemos en FUNCAS, el descenso acumulado es del 2,9 %. Por mucho que haya querido mejorar la eficiencia energética de nuestra economía, está claro que esta dato refleja que el PIB se tiene que estar ralentizando, cuando no directamente descendiendo.

Propuestas para enfrentarnos a lo que se avecina
Cuando al final se materialice la recesión en los datos macroeconómicos, el comportamiento de los agentes económicos será el mismo que en anteriores crisis, con un aumento de la economía sumergida para escapar de los costes sociales y fiscales (con la consecuente competencia desleal asociada con respecto a los que siguen cumpliendo con las normas).

¿Qué podemos hacer para evitar este movimiento?, bajar impuestos, pero claro, esto tendría un efecto inmediato en la recaudación en el peor de los momentos posibles. ¿Cómo se podría cuadrar el círculo de aumentar la recaudación a la vez que se disminuye la fiscalidad?, pues como suele siendo habitual en las propuestas de todo signo, incidiendo sobre el fraude.

La economía sumergida representa en España, de forma aproximada y según diferentes estudios de Gestha, etc. un 20% del PIB, que se convertiría alrededor de un 25% en entornos recesivos. En el fondo, nos da igual que sea un 25% o un 15%, son recursos que escapan al control de Hacienda y que al final, se aprovechan de los impuestos de todos sin contribuir con su parte como verdaderos patriotas.

Hasta aquí nada nuevo bajo el sol….y es aquí donde comienza mi propuesta, ¿Qué deberíamos hacer?, mirar hacia Asia.

El crecimiento de China e India han dejado de ser una promesa para ser una total realidad y es ahora África la que comienza a emerger y es hacia los grandes países hacia donde deberemos dirigir la mirada.



La digitalización de la economía y la desmonetización emprendida por el Gobierno Indio han atenuado los niveles de la economía sumergida en el país (no creo que aquí hiciera falta llegar a la desmonetización llevada en India, pero si es importante la idea subyacente) según la Oficina Económica y Comercial de España en Mumbai. Es India el país con más implantación de Google Pay.

En China, actualmente, es complicado para un extranjero moverse, ya que casi nadie acepta ya el pago en efectivo, como podemos leer en este artículo de la CNBC “Payments just got alot easier in China, where no one wanted to accept my cash”.

Por tanto, cual es la propuesta, digitalizar la economía, pero sobre todo, los pagos.

No se trata de una propuesta rompedora o a muchos años vista, se trata simplemente de adelantarnos un par de años al desembarco de Alipay o WeChat Pay en nuestro país, que se producirá, sí o sí, el día que el Gobierno Chino así lo decida.

Por dónde empezar
Una vez que tenemos claro, que queremos hacer, veamos cómo podemos hacerlo, se nos generan varias dudas:

·         ¿Cuál es el incentivo de empezar a utilizar dichas herramientas?
·         ¿Quién las desarrollaría?
·         ¿Por dónde empezaríamos?

Es aquí donde entra en juego la España vaciada. En principio no parece el lugar propicio para la digitalización de nada, debido al porcentaje de personas mayores, poca población, dispersión, y relativamente poco peso recaudatorio.

Pero es exactamente ahí, donde reside el secreto, en que todos esos defectos son en realidad virtudes.

Nos encontramos en un proceso claro de desbancarización del medio rural, con cada vez menos oficinas y con una corriente de opinión que busca que el Estado subvencione dichas oficinas. Este proceso puede detenerse y darse la vuelta si nos centramos en la banca digital y nos olvidamos de las oficinas físicas (desarrollo de esta banca digital “rural” con apoyo económico del Estado).

La reducida población y su dispersión generan un campo de pruebas perfecto para este tipo de nuevas iniciativas, encontrándose con el hándicap de la falta de una infraestructura de telecomunicaciones adecuada. Esta es vieja promesa a la España vaciada, una mejora de la conexión a internet y dicha infraestructura (es quizás el momento de desarrollar un ente de infraestructuras de telecomunicaciones a imagen y semejanza de Enagas o REE, que cuente con aportaciones de los operadores, pero con una poyo importante del Estado en el desarrollo de la infraestructura de base).



El citado bajo peso recaudatorio de dichas zonas, fundado tradicionalmente en su baja población y el estar centrado en el sector primario, es en realidad engañoso y los datos de Hacienda demuestran que las rentas en dichas zonas son superiores, normalmente a la media estatal. Normalmente se trata de zonas olvidadas para todos, incluida la Hacienda Pública. En dichas zonas, debido a la confianza y a que todo el mundo se conoce, el porcentaje de transacciones de toda índole opacas a la Hacienda Pública es sin duda importante.

Por todo lo anterior, se trataría de un enfoque con multitud de elementos beneficiosos.

Propuesta
La propuesta se resumiría en el desarrollo de una aplicación/medio de pago disponible de forma gratuita y realizada en colaboración con todas las entidades bancarias, a imagen y semejanza del modelo chino (AliPay o WeChat Pay) y de su operativa.

Esta aplicación, cuyos costes de desarrollo y despliegue pueden ser soportados por la banca propiedad del Estado (léase Bankia) debe funcionar de manera adecuada y con los mayores estándares (evitar una aplicación tipo Renfe y desarrollar algo acorde a una empresa privada de primer nivel). De esta forma se apoyaría decididamente a la Banca española frente a los inminentes desafíos a los que se enfrenta por parte de Google, Amazon, la propia AliExpress, etc.

La aplicación Bizum, ya desarrollada por la banca, sería el elemento perfecto para incluir la funcionalida de pago en todo tipo de comercios (a expensas del peaje que esto se tomaría en las comisiones de la banca por el pago con tarjeta). 

El despliegue de dicha aplicación comenzaría y tendría su eje principal en sus primeros pasos en la España vaciada, una vez se haya desarrollado una infraestructura de telecomunicaciones adecuada que provea a todos los españoles de los mismos derechos desde el punto de vista de acceso a internet. En aquellas zonas en las que este desarrollo no se vea sustentando por un beneficio real para las compañías, será llevado a cabo por el citado ente de infraestructuras de telecomunicación público, porque en este momento, tan importante es que a tu casa llegue el fluido eléctrico y el gas, como que dispongas de una conexión a internet. Este enfoque tendrá beneficios claros para las operadoras en cuanto les permitirá ofrecer servicios de valor añadido en zonas donde no podían hacerlo a un coste mucho menor que el de desarrollar sus propias infraestructuras.Estas actuaciones podían ser financiadas a través de programas europeos de desarrollo rural o similares.

Esta mejora de la comunicación, permitiría a otros sectores económicos importantes de nuestro país, como las eléctricas, el desarrollo de redes de suministro inteligentes mediante la aplicación del IoT.



Desventajas
Como todo en esta vida, esto tendría su lado negativo.

Las personas mayores, que no sean capaces de adaptarse al cambio quedarán a la intemperie sin poder realizar las tareas habituales.


Existe en España en este momento una empresa, con implantación territorial total y a la que ya se le paga por prestar un servicio básico, el postal. Aprovechemos la implantación de Correos para poder repartir efectivo y el resto de transacciones habituales a aquellas personas que no puedan seguir el ritmo de la tecnología. Nadie pretende que los carteros porten miles de euros encima un día sí y otro también, pero podrían orquestarse fórmulas de reparto basadas en los recursos ya disponibles para que se pudiera repartir el dinero de forma efectiva y segura.


El coste de estas medidas para el erario público sería amplio. Sin embargo, se trata de promesas o medidas en buena parte ya comprometidas (infraestructuras de telecomunicaciones), que representarían un aumento de la eficiencia general de la economía, y una especie de “Plan Marshall” para nuestras zonas rurales, ya que todas estas infraestructuras y planes redundarían beneficiosamente en la economía de las diferentes zonas, actuando como un polo de atracción para nueva población.

Ventajas
En buena lógica, estas deberían sobrepasar a las desventajas.

Incremento de la recaudación: El incremento de la recaudación y el conseguir que el uso de la aplicación se imponga van de la mano.

Debería desarrollarse un plan de incentivos fiscales y rebajas de impuestos (principalmente IVA) para aquellos que utilicen las nuevas herramientas de pago. Si acudimos al TFM sobre la economía sumergida de Shaida Abella Carrasco, de ICADE, vemos como no estamos inventando la pólvora, sino que se trataría de medidas incentivadoras preventivas, mediante incentivos fiscales y uso de herramientas tecnológicas que además simplificarán el cumplimiento, ya que toda la información estará recogida en transacciones electrónicas.




Estos incentivos se centrarían en las zonas rurales, por ejemplo a más de 25 km de las capitales de provincia, o similar, regresivo en cuanto a la cantidad y el tipo de IVA aplicado (es decir, si compras una barra de pan en un pueblo a 100 km de la capital de provincia el IVA reducido se convierte en 0), pero si compras un coche a 35 km de la capital de provincia con la aplicación, el descuento del IVA puede ser del 0,5% o menor). De esta forma se reduce en lo posible el efecto de que las personas acudan a las zonas rurales únicamente a comprar, etc.

Estos incentivos tienen un efecto recaudatori, por supuesto, entonces, ¿de dónde viene el incremento de recaudación?, pues del mismo sitio que la bonificación de la cuota de autónomos a 50€, de la entrada en la economía formal de multitud de transacciones que de otra manera hubieran resultado opacas, no pagando nada por ellas y dejando de tributar su correspondiente IRPF. [Nota: Esta parte contendrá seguramente grandes inexactitudes, ya que no soy, ni de cerca un experto en fiscalidad, pero estoy seguro que quién lo sea y vea útil la idea encontraría formas de ajustarlo a la realidad]

Este incremento puede ser utilizado en la financiación de los distintos planes ya comentados o en el desarrollo rural.

Si la idea funciona y se demuestra útil, su uso puede ser extendido al resto del territorio, teniendo en cuenta claro, que la bonificación en el IVA no puede ser la misma para una barra de pan comprada en la Gran Vía de Madrid que la comprada en un pequeño pueblo de la Raya entre Salamanca y Portugal.

Este tipo de herramientas tienen también un gran potencial de recaudación en sectores donde tradicionalmente el fraude es mayor como la hostelería y el turismo, de forma que contribuiría a reducir la economía sumergida.

Todos los datos recabados por Hacienda, además, permitirían que la tributación sea más justa para todos los españoles.


Apoyo a la banca española: En un entorno de tipos como el actual, los bancos españoles se encuentran sin armas para luchar contra gigantes tecnológicos que puedan entrar en su mercado.


La competencia como bien nos dirían los banqueros, es siempre positiva, pero en este caso, tendría graves efectos sobre la independencia financiera del país, ya que si la mayor parte de los flujos económicos dejan de pasar por entidades cuyos centros de decisión estén en España, buena parte de nuestra soberanía económica se vería en juego. No se trata de proteccionismo, y desde luego el objetivo nunca podría ser reducir la competencia, se trataría de que, a través del apoyo público, el terreno de juego pudiera equilibrarse algo, ya que en estos momentos se inclina totalmente hacia las grandes tecnológicas. [Sin ir más lejos, el 13/11/2019 Google avanzó que a lo largo de 2020 lanzaría cuentas corrientes en EEUU de la mano de Citigroup].



Además, esta iniciativa le abriría las puertas a nuestra banca a una clientela potencial de 50 M de personas, que son las que nos visitan como turistas cada año, si se estableciera un sistema fácil y cómodo para que los visitantes utilizaran la aplicación para pagar aquí.


Apoyo a los campeones nacionales en telecomunicación: La aparición en próximas fechas de operadores satelitales como Starlink de Space X (que lanzó el día 11/11/2019 60 satélites y pretende ofrecer el servicio en EEUU en 2020) o el proyecto similar patrocinado por Virgin o Amazon, generan un problema similar al anterior en cuanto a nuestra soberanía de comunicación.

Si dejamos nuestras zonas rurales abandonadas y sin servicio, ese campo será ocupado por quienes provean comunicación barata y eficiente y serán estos nuevos operadores los que se beneficien de ello.

La aparición de Starlink es sin duda beneficiosa para los nuevos modos de transporte de mercancías y personas (coches autónomos, buques autoremotos, etc.) a establecer en el futuro en zonas que sólo pueden ser suministradas por satélite, pero no deberíamos de permitir que fueran el elemento definidor de nuestra infraestructura de comunicación para IoT o transporte en los albores de la conducción autónoma.

Los videos de autopilotaje de Tesla son impresionantes, imaginémonos los mismos sistemas con apoyo continuo de una conexión de alta velocidad a internet y comunicación con el resto de vehículos que circulen en sus inmediaciones.

Desarrollo de las zonas rurales y fijación de población: Como ya se ha dicho, estas inversiones sin duda, fortalecerán el desarrollo económico del campo y permitirán fijar o aumentar población, permitiendo además que en las zonas rurales se sitúen negocios y empresas de un mayor valor añadido, con unos menores costes, aumentando la eficiencia general de la economía.

Reducción importante de las operaciones de efectivo: Reconozcámoslo, mover efectivo es caro e ineficiente. Si no lo hubiéramos utilizado toda la vida y fuera una idea nueva nos daría hasta repelús (algo que va pasando de mano en mano sin que nadie lo lave y que Dios sabe dónde habrá estado). Lo utilizamos simplemente porque durante mucho tiempo fue la única opción disponible.

Para ilustrar (y si, reduciendo un poco al absurdo) la ineficacia del efectivo, pensemos en Juan y Pepa que viven en Peñateesnuques de Abajo, a 50 km de la capital de su provincia.

Pepa tiene un pequeño bar/ultramarinos en el pueblo y Juan es un parroquiano habitual que acostumbra a pasar las tardes en el establecimiento degustando un poco de mosto de cebada.

Para pagar religiosamente su consumición cada tarde, Juan acude al pueblo con sucursal bancaria más cercano, Peñateesnuques de Arriba, a 12 km de su casa, donde 1 vez al mes saca 1000 € para sus gastos.

Pepa, una vez a la semana, por temor a robos, acude a la misma sucursal, a ingresar el cash flow de su establecimiento.

La sucursal de Peñateesnuques de Arriba, tiene una conducción semanal que lleva o trae efectivo, en función de las necesidades, desde la capital de provincia a la citada sucursal.

Por lo tanto, un billete de 50 € de los que utiliza Juan para pagar a Pepa realiza el siguiente recorrido (únicamente desde la capital, desconocemos como llegará hasta allí):

·         Capital - Peñateesnuques de Arriba: 50 km en un furgón blindado protegido por 2 personas y conducido por 1
·         Peñateesnuques de Arriba - Peñateesnuques de Abajo: 12 km, en el coche de Juan que aunque es viejo consume poco.
·         Peñateesnuques de Abajo - Peñateesnuques de Abajo: De la mano de Juan a la mano de Pepa
·         Peñateesnuques de Abajo - Peñateesnuques de Arriba: 12 km, en el coche de Pepa, porque entre ambos pueblo no hay transporte público.
·         Peñateesnuques de Arriba – Capital: 50 km en un furgón blindado protegido por 2 personas y conducido por 1.

Es decir, que el dinero viaja 124 km, lo que representa unas 2 horas en total por las carreteras desvencijadas de la zona y en su movimiento participan 5 personas…¿de verdad no hay una manera más fácil?.