Ayer, en un colegio cercano a mi casa me encontré con
un camión descargando gasoil, entiendo que para la calefacción, y eso ha sido
lo que me ha decidido a escribir este post.
En un momento como el actual, parece difícil de
justificar que sigamos quemando gasoil para calentarnos, al menos en edificios
dependientes de Administraciones Públicas. Bien es verdad que el gasóleo de
calefacción contiene una gran cantidad de impurezas que lo hacen poco apto para
otros usos, pero, dada nuestra dependencia energética, y sobre todo, la
existencia de alternativas mucho más económicas, para descabellado pensar que
nuestras administraciones no estén predicando con el ejemplo.
Si se llevará a cabo la transición a nuevas fuentes
de energía, se generaría un ahorro que podría canalizarse a otros usos.
La propuesta, que seguramente podría enmarcarse en
algún programa europeo, o dotarse presupuestariamente con un incremento
impositivo al propio gasóleo de calefacción para desincentivar su uso, tendría
múltiples efectos beneficiosos.
Imaginemos una campaña de sustitución de todas las
calderas de gasóleo por calderas de biomasa o gas natural. Nos olvidaremos, a propósito,
de la directa disminución de las emisiones de CO2 y nos centraremos
en las ventajas económicas y sociales.
Habrá múltiples edificios públicos que no contarán
con el espacio necesario y que, seguramente, coincidirán con aquellos situados
en ciudades o núcleos urbano grandes, en este caso seguramente la mejor
solución será el gas natural, mientras que en ciudades pequeñas o edificios
como el colegio cercano a mi casa, donde se dispone de espacio abundante, o
situados en zonas rurales, será la biomasa el combustible ideal.
Las ventajas del gas son menores, más allá del
directo ahorro en el combustible y en las emisiones, mientras que la biomasa,
aunará, además, las ventajas de un combustible autóctono, reduciendo la
dependencia energética y generando, de nuevo, ahorros generales en la economía
que dejará de gastar fuera para gastar en España y por encima en actividades centradas
en la España rural y que generan un mucho mayor impacto en puestos de trabajo (la
patronal de la biomasa AVEBIOM, interesada por supuesto, lo cifra en una
relación 135/9, con que fuera 10 veces ya sería remarcable).
Una vez esbozada la idea general (de nuevo
susceptible de ser mejorada/criticada por especialistas), aportemos unos números
para dar color.
En España se consumieron, según BEH CORES Noviembre
2019, en los últimos 12 meses cubiertos por ese estudio 1714 kt de gasóleo de
calefacción, lo que se corresponde con un 5,43 % del total de gasóleos.
Cada tonelada de gasóleo son unos 1200 litros, por lo
que sería el equivalente a 2056,8 M de litros, con un coste de unos 1580 M€. O
lo que es lo mismo, 20.53 M de MWh, para el PCI. Utilizando notación científica:
20,529537840*109 kWh
Unos 20,53*109 kWh.
Considerando el rendimiento de las calderas como
equivalente (aunque en realidad es algo mayor en las de gas), y tomando
consumidores grandes como estándar para facilitar la comparación, esa energía nos
habría costado (Datos CORES e IDAE):
Gas
|
TUR2
(Media Enero y Abril 2019)
|
1435 M€
|
-145 M€
|
Biomasa
|
Pellet Certificado A1 (IDEA)
|
824 m€
|
-756 M€
|
Los datos proporcionados por CORES no se corresponden
con los del IDAE
En formato tabla y en c€/kWh
He recortado la tabla por visualización, pero los
datos están disponibles en el Informe de Precios de la Biomasa para Usos
Térmicos del IDAE para el 1er Trimestre 2019.
Ya que si tomamos el PVP y asumimos 9,98 kWh/litro de
PCI, el resultado es de 7,69 c€/litro. Si se acerca más al precio antes de
impuestos, 5,4 c€/litro, pero eso implicaría que estamos dejando fuera de la
ecuación los impuestos especiales a los hidrocarburos….quizás venga alguien del
IDEA y nos lo cuente :-)
Por lo que calcularemos el PVP de los Pellets,
añadiendo el IVA .
Combustible
|
Tarifa
|
Coste (c€/kWh)
|
Diferencia
|
Gasóleo
|
C PVP
|
7,69
|
|
Gas
|
TUR2 PVP
(Media Enero y Abril 2019)
|
6,99
|
-9,1 %
|
Biomasa
|
Pellet Certificado A1 (IDEA)
|
4,85
|
-36,9%
|
Se ve además que existen otros tipos de biomasa
todavía más económicos.
Si tomamos, arbitrariamente, que los edificios
públicos representan un 50% del consumo (ya que se puede partir dela premisa de
que tendrán consumos muy altos) y que el reparto gas/biomasa es 75%/25%, el
ahorro anual (manteniéndose las relaciones de precios) sería de un 16% sobre la
mitad del consumo, es decir, 126,4 M€/año para las Admones. Públicas.
Este sería un buen punto para que las dos grandes
petroleras del país siguieran con su transición ecológica, ya que mediante SES
o similar, podrían ofertar a las Admones. sufragar el cambio de caldera a
cambio de un contrato a 10 años del suministro de gas que incluyera el
suministro eléctrico del edificio, por ejemplo, y de esta forma, las Admones.
podrían pagar el nuevo equipamiento a largo plazo con los ahorros conseguidos y
las petroleras mantendrían sus clientes térmicos y ganarían clientes de
electricidad.
Se trataría por tanto, de una política de estímulo de
la demanda por parte de las Admones., con ahorros importantes desde el minuto
uno y que se pagarán solos a medio/corto plazo, (en función de la tecnología
elegida), generando a la vez, una reducción de emisiones, efectos positivos en
el empleo rural y una disminución de la dependencia energética.
Los resultados serían aún mayores si se ampliara el
plan renove al sector privado y residencial.